Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Comprender la victoria de Donald Trump

Washington D.C. — En Europa y, creo que, en gran parte del mundo, se sigue sin entender por qué Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos el pasado noviembre. Frases como “qué locos estos gringos” o “¿cómo han podido votar por este tipo?” las he oído con frecuencia cuando me preguntan mi opinión, y hay dos cosas que creo que perdemos de vista en esa mirada: la victoria no fue tan arrolladora como nos hace creer Trump, y la segunda es que Trump –como buen populista y habilidoso comunicador o showman– supo ofrecer una mejor narrativa electoral en los temas que más preocuparon en noviembre.

Para empezar, hay que recordar que esta fue la elección más ajustada desde el año 2000. La diferencia entre ambos candidatos fue de poco más de dos millones de votos en un país en el que acudieron a las urnas más de 150 millones de personas. Trump obtuvo el 49,9 por ciento y Kamala Harris el 48,4 por ciento. La diferencia fue de un punto y medio en voto popular.

Esto no le quita legitimidad a Trump; ganó, y su victoria es incuestionable, pero no arrasó. El país está dividido en dos mitades casi iguales.

Estas cifras, él no las analizará nunca así. Como todo político, destacará su mayoría en el Colegio Electoral (312-226), además de sus victorias en los 7 estados pendulares y las mayorías republicanas en las dos cámaras del Congreso, y todas esas victorias –ajustadas algunas de ellas, pero mayorías, al fin y al cabo– dan la sensación de victoria arrolladora.

Entendiendo esto, y poniendo en evidencia que hay una mitad de estadounidenses que no votaron por él, ¿cómo se aseguró Trump esa pequeña diferencia a su favor? Por sus respuestas fáciles a problemas complejos sobre todo en economía e inmigración; y por la incapacidad de los demócratas de explicar su obra de gobierno y sus políticas.

Según una encuesta de Gallup publicada unos días antes del 5 de noviembre, casi la mitad de los votantes en general estaba de acuerdo con Trump (49%) en los temas que consideraban más importantes para ellos (con Harris coincidían el 47%). ¿Saben cuáles eran los temas que más beneficiaban a Trump? La economía ocupaba el primer lugar entre 22 temas que influían en los votantes a la hora de elegir su opción presidencial. Para nueve de cada diez votantes, la economía fue un factor clave, según Gallup.

Trump también tenía una ventaja en la percepción de su gestión de la inmigración (+9 puntos porcentuales) frente a Harris. Mientras que la demócrata era vista como mejor que Trump en cambio climático (+26), aborto (+16) y atención médica (+10). Es decir, economía e inmigración. Y esos dos temas fueron y son esenciales para los individuos y las familias.

La economía no necesita explicación. La inmigración Trump la ligó siempre a inseguridad, destacando y amplificando en sus discursos los crímenes cometidos por inmigrantes en situación irregular, hablando de “invasión” y de “fronteras abiertas”, consiguiendo extender el miedo y la percepción de inseguridad vinculada a los migrantes. Y ahí logró lo que buscaba. Daba igual si los datos no le acompañaban (el legado económica de Biden no fue malo, pero ni Kamala supo ponerlo en valor; y el enfoque “más humano” del demócrata en inmigración no convenció, sobre todo por su criticada política fronteriza que Trump supo explotar hábilmente).

Sin duda Trump tiene una base de fieles votantes que irían con él hasta las puertas del infierno y más allá. Muchos le ven como un elegido, una suerte de mesías. Pero sólo con esos votantes, Trump no hubiera ganado. A Trump le votaron muchos que pensaron en su economía doméstica y en sus familias. Su seguridad económica y física. En su día a día. Privilegiaron dos elementos fundamentales de su vida antes que defender algo tan etéreo (si me permiten el atrevimiento) como “la democracia” o “la institucionalidad” o “el prestigio de la presidencia”.

It’s the Economy, stupid, cuenta que dijo un asesor de Clinton en la campaña de 1992. Treinta años después, la economía y la seguridad han sido las claves. Y si asegurar eso conllevaba tener a un presidente que dice exabruptos o no se comporta como un mandatario al uso, puede que no nos guste, pero lo han preferido a poner en riesgo esos dos temas fundamentales para la cotidianidad de los ciudadanos.  Por eso ganó Trump.

Piensen ustedes qué hubieran votado si estuviera en riesgo su economía familiar o su trabajo, pagar menos impuestos, o controlar –como les decía Trump– “la llegada masiva de inmigrantes ilegales que cometen crímenes”. Y ese libreto ya lo están copiando otros en Europa. 

Leave a comment

gustaualegret.com
International Journalist 
Office

Washington, DC. USA

info@gustaualegret.com

+1 332 250 2972

Get in Touch

Gustau Alegret © 2024. LEMG All Rights Reserved.