Washington, DC. – Es cierto que la respuesta de Estados Unidos a la demanda de miles de catalanes que quieren votar siempre ha sido la misma. «Es un tema interno», repiten como un mantra cada vez que en público o en privado preguntamos a la Administración norteamericana sobre el tema catalán. No se salen del guion, aunque leyendo entre líneas uno advierte que están muy pendientes de cómo evolucionan las cosas. Saben quién es quién, cuáles son las posiciones y, más importante aún, cuáles son los retos planteados en la democracia española. Por eso, me pareció muy significativo que esta semana, coincidiendo con el Día Internacional de la Democracia, el Secretario de Estado, John Kerry, elogiase «el privilegio de votar».
«Hay pocas ideas más poderosas y universales que la democracia», dijo Kerry a través de un comunicado difundido por el Departamento de Estado. «El privilegio de votar, la libertad de decir lo que se piensa, el derecho a un Gobierno del pueblo y para el pueblo, estas son ideas que continúan inspirando».