Washington, DC. – El 22 de noviembre de 1963, el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, fue asesinado a tiros en Dallas. En eso estamos de acuerdo. Más de 50 años después, todo lo demás sigue siendo motivo de especulación.
La Comisión Warren, creada por el gobierno para esclarecer lo sucedido, y muchos historiadores en las últimas décadas, coincidieron en concluir que Lee Harvey Oswald era la única persona responsable. Pero de nada sirvieron las conclusiones. Desde el principio, la gran mayoría de los estadounidenses han creído lo contrario. Según una reciente encuesta de la empresa Gallup, aún hoy alrededor del 60 por ciento de los estadounidenses creen que «otras personas estuvieron involucradas en la muerte» de Kennedy.