Washington, DC. – La presidenta de Yahoo, Marissa Mayer, acaba de dar una estacada a uno de los signos de identidad de la industria tecnológica de Silicon Valley. En un memorándum distribuido a todos los trabajadores de la compañía anuncia que a partir de junio queda abolida la política de teletrabajo de la que se beneficiaban muchos de sus empleados.
La decisión ha devuelto el debate sobre los beneficios de esta medida a la arena pública. «Algunas de las mejores decisiones e ideas han salido de un vestíbulo o de una conversación en una cafetería, al conocer gente nueva y fomentar las reuniones de equipo», dice el memorándum. «Rapidez y calidad generalmente se sacrifican al trabajar desde casa».
La decisión de Mayer tiene como telón de fondo la descendente trayectoria de Yahoo que en los últimos años ha perdido terreno frente a competidores como Google o Facebook, lo que también se refleja en el valor de la compañía.
Mayer acompaña la decisión con otras medidas que buscan levantar el ánimo de los trabajadores y recuperar la interacción para fomentar la creatividad y favorecer la innovación. En resumen: motivación y compromiso para volver a ser líderes.
Recuerdo que un amigo me contó hace un tiempo que en la oficina de la consultora donde trabajaba en Barcelona nadie se marchaba a las 8pm «porque los jefes te etiquetan y no progresas; nos quedamos hasta las 10 ó las 11 cada día navegando por Internet».
El teletrabajo o la cultura de ‘calentar la silla’ hasta las 11 de la noche son dos extremos. Según la empresa, el sector y la persona, el teletrabajo tendrá más o menos sentido; pero por encima de modelos, los elementos más importantes de la ecuación no son el lugar de trabajo o el horario sino la motivación y el compromiso.
Artículo publicado en Diari de Tarragona el 09/03/13