Washington, DC. — Francia votó ayer en las presidenciales, la primera vuelta de un sistema en el que, si ningún candidato consigue el 50 por ciento de los sufragios, los dos más votados se enfrentarán en una segunda votación. En este caso, el 24 de abril.
El resultado de ayer, como en las últimas elecciones y como pronosticaron los sondeos, deja la elección entre el actual presidente que busca su reelección, Emmanuel Macron, de La République en Marche, y la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, de Rassemblement National.
Los franceses ayer eligieron en un contexto de polarización marcado fundamentalmente por dos temas, la pandemia —que es común a la mayoría de elecciones del mundo hoy— y la guerra en Ucrania. Sin duda, la pandemia ha erosionado mucho la popularidad e imagen de Macron, aunque aún goce del favor de una mayoría de franceses. Pero la guerra de Ucrania, indirectamente, tiene un papel relevante en ambos candidatos, y por motivos distintos. Sigue leyendo