Francia: la sombra del Kremlin sobre los presidenciables

Washington, DC. — Francia votó ayer en las presidenciales, la primera vuelta de un sistema en el que, si ningún candidato consigue el 50 por ciento de los sufragios, los dos más votados se enfrentarán en una segunda votación. En este caso, el 24 de abril.

El resultado de ayer, como en las últimas elecciones y como pronosticaron los sondeos, deja la elección entre el actual presidente que busca su reelección, Emmanuel Macron, de La République en Marche, y la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, de Rassemblement National.

Los franceses ayer eligieron en un contexto de polarización marcado fundamentalmente por dos temas, la pandemia —que es común a la mayoría de elecciones del mundo hoy— y la guerra en Ucrania. Sin duda, la pandemia ha erosionado mucho la popularidad e imagen de Macron, aunque aún goce del favor de una mayoría de franceses. Pero la guerra de Ucrania, indirectamente, tiene un papel relevante en ambos candidatos, y por motivos distintos. Sigue leyendo

Se resquebraja la confianza entre Washington y París

Washington, DC. — En febrero de este año, pocos días después de haberse posesionado como presidente de Estados Unidos, Joe Biden pronunció su primer discurso como mandatario ante una audiencia mundial. Desde la Casa Blanca, Biden le dijo a aliados y rivales geopolíticos “Estados Unidos ha vuelto, la alianza transatlántica ha vuelto”. Sus palabras resonaron tras cuatro años de una administración Trump que hizo alarde de su política exterior a través de la lente de “Estados Unidos primero”. Era en la Conferencia de Seguridad anual de Múnich que se hizo virtual. Biden habló de una lista de tareas pendientes como el acuerdo nuclear de Irán, enfrentar los desafíos económicos y de seguridad planteados por China y Rusia o reparar el daño causado por la pandemia del coronavirus. Objetivos que requerían una estrecha cooperación entre Estados Unidos y sus aliados occidentales. Sigue leyendo

El desfile militar que quiere Donald Trump no es lo que parece

Washington, DC. – Decía Napoleón Bonaparte que la ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza. Donald Trump ha llegado a la cima de la política, a la oficina más alta de la nación. Pero estar en la cima de la política no va a detener sus ambiciones que tienen algo de napoleónicas. O por lo menos así lo demuestra con su idea de organizar cada año un desfile militar en Estados Unidos. Sigue leyendo