San Salvador (El Salvador). – Óscar Martínez es periodista; «cronista», como le gusta denominarse. Trabaja en San Salvador como coordinador de Sala Negra, una sección de sucesos e historias –muchas de ellas, violentas– de El Faro, uno de los proyectos informativos más interesantes de los últimos años, no sólo en Latinoamérica.
La denominada ‘crisis de los niños migrantes’ hacia Estados Unidos ha vuelto a sacar a la luz el mejor lado del periodismo que Martínez y el equipo que él coordina hace años que realiza; historias que en más de una ocasión les han costado amenazas. La última, la semana pasada, cuando de regreso a casa tras una entrevista periodística, fue detenido por tres agentes del servicio 911. Le obligaron a salir del vehículo que conducía y «me quitaron la camisa», explica, «para revisar si tenía tatuajes, y me mantuvieron manos en la cabeza hasta que aparecieron dos agentes de la División Antinarcóticos (DAN) con pasamontañas, uno de ellos con arma larga». Los agentes le aseguraron que había sido detenido por «ordenes de arriba».
Con motivo de un viaje que he realizado esta semana a San Salvador, le contacté por Twitter y aceptó que nos viéramos. Sigue leyendo