Managua. – Nicaragua es el segundo país más pobre del Hemisferio Occidental después de Haití. Según el Banco Mundial, dos tercios de su población viven hoy con 4 dólares al día o menos. Es más pobre que todos sus vecinos. Más que Honduras, más que Guatemala y más que El Salvador, pero menos violento que todos ellos. El movimiento de la izquierda sandinista liderado hoy por Daniel Ortega ha construido con los años un sistema de cuerpos de seguridad más eficientes y menos corruptos. Su política de evitar la dura represión —que sí se ha practicado en países vecinos— y la apuesta por programas sociales han ayudado a que miles de jóvenes no acabaran alistándose en las peligrosas pandillas callejeras que azotan la región. Honduras tiene un ratio de 90,4 muertes por cada 100.000 habitantes —el más alto del mundo—, mientras que en Nicaragua es de 11,3.

Aunque el presidente Daniel Ortega está acusado por sus opositores de ser un autócrata, las Naciones Unidas han elogiado el modelo de seguridad de Nicaragua. Los envíos de petróleo baratos del aliado socialista Venezuela permiten a Ortega financiar programas contra la pobreza y el subsidio de alimentos, como los frijoles rojos —el alimento básico nacional— en los barrios pobres de todo el país. En mi reciente visita a Nicaragua pude ver con mis propios ojos el apoyo generalizado a Ortega entre los más desfavorecidos y la casi omnipresente figura de Hugo Chávez.

Evelio Martínez es un orgulloso nicaragüense. Se alistó hace diez y siete años al sindicato FetSalud, del que hoy es líder en su comunidad. Sandinista convencido, me acompañó durante toda mi visita a un alejado centro de salud, a más de cuatro horas de Managua. Fue mi sombra silenciosa durante toda la visita. Atento, vigilante, no dejó escapar ninguna de las explicaciones facilitadas por mis interlocutores. Calzado con botas militares y gorra al uso (a la que no le faltaba la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional, el partido de Ortega), Martínez actuó como guardián de la ortodoxia. Todos sabían que él estaba allí. Su seriedad sólo mutaba en evidente satisfacción cuando doctores o enfermeras me hablaban del modelo social «impulsado bajo la dirección política de nuestro comandante presidente Ortega», o de las evidentes mejoras del sistema público de salud que hoy como nunca antes llega a puntos remotos del país «con el apoyo del pueblo hermano de Cuba».

Al final del día, cuando Evelio y yo habíamos hablado ya varias veces durante la larga jornada, accedió a que le entrevistara. Su convicción, su discurso y su defensa del «comandante presidente Ortega» son reflejo de lo que piensa la mayoría de nicaragüenses. Los más pobres, claro.

Foto: Upside Down World

Selección de fotos de mi visita

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2 comentarios en “Los más pobres en Nicaragua

  1. Muy bonito este post. Gracias Gustau por darle voz a los más desfavorecidos, y compartir tu experiencia en Nicaragua.

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