Washington, D.C. – Una de las cosas que más me llama la atención de los estadounidenses es su desinhibido patriotismo. Exhiben su bandera, honran su himno nacional y defiende su identidad con un orgullo como en ningún otro país que he visitado. A muchos catalanes, aquí en Washington, les pasa todo lo contrario.

En esta ciudad, la comunidad catalana no es pequeña; al contrario. Hay catalanes en instituciones internacionales, trabajando para el Gobierno federal, como profesores universitarios, en prestigiosos centros de investigación… y los encuentras en casi todas partes. Se nota porque “hablan una especie de portugués afrancesado”, como me dijo una vez un latinoamericano al escuchar catalán y no identificar el idioma. Pero en una gran mayoría de estos catalanes no lo adviertes porque no se presentan como tales (y en esta ciudad cosmopolita no es raro decir de dónde vienes en la primera conversación). Recurren al genérico “I’m Spanish” obviando el matiz que hace toda la diferencia: “I’m Catalan”. Y ojo, ya sé que para muchos no es incompatible ser catalán con ser español, pero nadie me negará que no es lo mismo ser andaluz que catalán, o ser canario que vasco. No tiene nada que ver.

Identidad 2Más allá de cuestiones políticas (especialmente en estos tiempos convulsos), he constatado que esta tendencia a olvidar el matiz se hace más evidente a medida que estos funcionarios ocupan puestos de mayor responsabilidad; y lo esconden con un incomprensible pudor, como si ese rasgo de su identidad pudiera amenazar su carrera profesional.

Un jefe que tuve una vez aquí en Washington llegó a cuestionar mi contratación porque los dos éramos catalanes. (¿Miedo al qué dirán?). Por suerte quien me seleccionó era estadounidense y esos remilgos no los tuvo en cuenta en el momento de defender mi candidatura. Aquí sigo.

Recientemente otro consultor senior, también catalán, fue invitado como ponente a unas jornadas universitarias sobre  política en España y la situación en Catalunya. Tras consultar a sus jefes de división, éstos le respondieron que “era mejor que no asistiera, para evitar las quejas de la embajada”.

Y qué más puedo decir de escandaloso caso de la profesora Clara Ponsatí, que fue represaliada por el españolismo más recalcitrante por decir abiertamente lo que pensaba en sede universitaria (algunos aún nos preguntamos dónde está la libertad de cátedra, y por qué nadie ha dado explicaciones convincentes sobre el caso).

Esconder el origen es perder la identidad; es diluirse en la masa de un todo que precisamente en el matiz de la diferencia encuentra la riqueza. Depende de cada uno ser o dejar de ser para ser otra cosa.

Artículo publicado el 13/07/13 en Diari de Tarragona

5 comentarios en “¿Por qué esconder la identidad?

  1. Es un derecho fundamental de cualquier persona sentirse identificado con una cultura, unas costumbres y una tierra, y exhibirlo en forma de patriotismo, ya sea identificandose como tal o exhibiendo una bandera. Creo que hacen bien los catalanes en plasmar ese orgullo patrio identificandose como tales y ondeando su bandera.

    Pero igual de bien deberia estar que cualquier otro ciudadano espanyol se identificase como tal y ondease su bandera, ya sea en Washington, en Madrid o en BCN.

    Y posiblemente, si lo hace, le llamaran facha. Y si lo hace en Catalunya, seguramente le daran un par de ostias. O por lo menos, verse represaliado por el catalanismo mas recalcitrante. Que si, que de eso tambien hay. Y mucho, gracias a las actitudes de los borregos espanyolistas y catalanistas que no entienden que hay un punto intermedio. Se puede ser catalan y espanyol, espanyol y catalan. O espanyol. O catalan. Que cada uno sea lo que quiera ser.

    Nadie te negará que no es lo mismo ser andaluz que catalán, o ser canario que vasco. No tiene nada que ver. Por supuesto que no, todos tienen costumbres y tradiciones diferentes, a respetar y mantener. Pero igual que no es lo mismo ser andaluz que canario, o catalan que vasco.

    Acaso ser catalan o vasco da mas cache? Parece adivinarse eso de la prosa del autor… O es por el hecho de ser una nacion historicamente reprimida? La verdad es que nunca he tenido esa sensacion con los vascos. Paso bastante tiempo alli y entre ellos y nunca me han comentado que sienten esa opresion espanyolista ni que no pueden exhibir su identidad. Y vayan si la exhiben, y a mucha honra joder.

    He tenido la suerte de vivir en Catalunya tambien, y ahi si he visto la represion. Pero por las dos partes, casi te diria que mas por el lado catalanista. Y desde luego que, como foreneo, nunca tuve la sensacion que fueseis un pueblo oprimido. Vamos, igualito comer en L’Illa cualquier dia entre semana o pasear por Gracia un Domingo que ser kosovar en los 90, palestino a comienzos de siglo u opositor sirio en este decenio.

    Mucho tendrias que aprender de los vascos… o de los andaluces, o de los canarios.

    Una abracada.

  2. Hola Gustau,
    Tu entrada se me hace curiosa porque aquí en Washington he sentido justo lo contrario. Siendo ésta una ciudad donde el interlocutor medio con el que te topas está muy al corriente de temas de política internacional, enseguida quiere saber, al enterarse de que eres de Barcelona, si te sientes catalán y no español. En parte, me imagino, porque la reacción inicial del catalán independentista es recalcar que él/ella no es español. Mientras que alguien no independentista no va a tener esa urgencia de llevar la conversación con alguien que acaba de conocer hacia el tema identitario. Si a ti te incomoda que te consideren español – reacción legítima si no te sientes español – se lo harás saber enseguida a la persona que acabas de conocer. Yo sin embargo podré haber tenido diez conversaciones con esa misma persona, sobre los críos, el trabajo, cine, la pizzería del barrio, y no abordar el tema de que en Catalunya estamos lidiando con una cuestión de identidad hasta más avanzada la relación.
    Saludos, José Manuel

  3. Venga perico al torno… Tambien esta el que se averguenza de ser español por la que esta cayendo, o el que cuando dice que es de Barcelona (aunque en realidad pueda ser de un pueblo de cataluña) y le contestan, «ah, eres español?» El rapidamente dice: «no, soy catalan, que es una nacion que esta dentro de españa y que queremos ser independientes». Los llamados profetas. Tambien esta el catalan que va con la camiseta de españa a un bar de dupont a ver el futbol y entonces la colonia catalana pata negra le considera menos catalan. De todo hay en la viña del señor.

    Creo que la cuestion no obstante esta mal enfocada, porque como bien dices el catalan y el andaluz pueden no parecerse (aunque algunos son identicos en muchos municipios de barcelona, por ejemplo… Nuevamente no serian considerados catalanes pata negra). El catalan y el andaluz son muy diferentes, quiza, pero ambos son españoles. Y digo ser y no sentir para que nadie se ofenda. Y por lo tanto, el matiz regional sin negar el nacional constituye lo que denominas un hecho de patriotismo, pero si se miente sobre el matiz nacional entonces caemos en algo mas vinculado al politiqueo. Es decir, la diferencia es que normalmente el andaluz diria soy andaluz, y el catalan independentista (que no todos los catalanes aunque a veces este otro matiz se omita) diria soy catalan, no español. Lo cual es mentir. Porque uno puede querer ser lo que quiera, sentirse como le de la gana pero no deja de ser lo que es.

    Por avanzar en el grado de patriotismo, ajustemos mas el zoom. por que no puestos a ser patriotas, que el andaluz diga soy sevillano y el catalan soy de girona. En este segundo caso, me salta una duda, seria el gironi mas patriota si dijese soy gironi pero no catalan o simplemente estaria fuera de la realidad? Podemos llegar a nivel municipal, pero no se si esto añadiria valor a la reflexion. Creo que motivo politico que niegas esta en la esenicia de lo que planteas.

    Y un apunte a modo de precision: A la señora Ponsati, que utilizaba la catedra Principe de Asturias nada mas y nada menos para hacer proselitismo independentista lo que hicieron, como a siete de sus predecesores, fue no renovarle. Nadie le dijo nunca jamas no hable usted de eso o queda usted expulsada por hablar de tal tema. Simplemente acabo su contrato, se evaluo su aportacion al objetivo de la catedra y se decidio prescindir de ella. Catedra, que por cierto, era para promover la cultura española. Visto con perspectiva lo escandaloso hubiese sido haberla renovado, porque era darle un cheque de 150mil dolares para ir haciendo propaganda independentista, que no es que fuese algo diferente a lo que le pagaban, sino que sencillamente era atacar la esencia misma del objetivo de su catedra.

  4. Bona reflexió i article sobre l’identitat i si ens n’amaguem per por a represàlies o conseqüències.

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