Washington, DC. – Lance Armstrong, el ciclista de élite retirado y caído en desgracia por las acusaciones de dopaje, reconocerá el jueves (madrugada del viernes en España) que mintió al negar que había consumido «sustancias dopantes» durante su época de éxito deportivo. Tras quince años de lucha por mantener su inocencia, Armstrong tira la toalla y en una entrevista grabada el pasado lunes explica algunos de los detalles del “programa más sofisticado de dopaje del planeta”, como lo calificó la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA).

Mucho se ha publicado sobre cómo supuestamente Armstrong se dopó para conseguir la proeza de ganar, entre otros, siete Tours de Francia, pero hasta ahora todo había sido brutalmente negado y denunciado por el deportista y sus abogados. “Es una caza de brujas” y “una vendetta”, afirmó Armstrong sobre la investigación de la USADA.

Estos días el deportista ha reconocido que sólo él tiene la llave de su redención. La entrevista que se emitirá el jueves, concedida en exclusiva a su amiga Oprah Winfrey, puede ser el inicio de una estrategia para recuperar su imagen. En cualquier caso, el coste que pagará Armstrong será alto ya que con su confesión confirmará que mintió bajo juramento (delito penal en EE.UU.) y, por ende, afrontar posibles penas de cárcel y millonarias indemnizaciones a patrocinadores; pero Armstrong sabe que asumiendo ese coste se reconcilia con su atormentada conciencia.

Foto: Harpo Studios publicada por Reuters.