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Washington, DC.- Si las cosas no cambian, no habrá corridas de toros en Catalunya a partir del 2012. Los ciudadanos catalanes, a través de su Parlament, han dicho mayoritariamente no a «las corridas de toros y los espectáculos con toros que incluyan la muerte del animal y la aplicación de las suertes de la pica, de las banderillas y de la estocada», prohibición de la que quedan excluidas las fiestas con toros sin muerte del animal y los encierros.
La prensa norteamericana se ha hecho eco de la noticia sobre Catalunya como pocas recuerdo – ni la manifestación contra la sentencia del Estatut ocupó tanto espacio como ésta. El programa ‘All Things Considered’ de la radio pública NPR emitió una breve pero interesante entrevista, o el New York Times le ofreció la segunda ubicación en la sección internacional de la edición de papel con hasta cinco columnas y fotografía—“Looking for Wedge From Spain, Catalonia Ban Bullfighting”, rezaba el titular.
Como tantos otros medios, el New York Times o NPR han caído en la trampa de la agotadora dialéctica entre España y Catalunya por encima de otros argumentos; es decir, priorizando el debate de nacionalismo de estado frente a nacionalismo reivindicativo, donde las pasiones de unos y otros llegan al extremo de la irracionalidad. La portada de uno de los principales medios de comunicación españoles insultaba hoy al President y el Vice-president (gobierno catalán), y los tildaba de “animales” (El Mundo, “Triunfaron los animales”); otro periódico de difusión nacional incitaba al boicot a los productos catalanes amplificando sin pudor un mensaje de móvil que ya circula: «Si Catalunya prescinde de los toros, los aficionados prescindiremos de Catalunya: sus productos y servicios. Pásalo» (ABC, “Catalunya quiere toros. Pásalo”); y hasta un eurodiputado del conservador partido de la oposición se atrevía a decir sin vergüenza que la prohibición de los toros es “una provocación”, “una venganza por el éxito de la Selección Española» (Jaime Mayor Oreja, El Plural Digital).
Esta, como tantas otras perlas recogidas estos días por los medios, son una buena muestra de cómo el debate ha dejado atrás el sentido común y se ha adentrado en el mundo de lo irracional. No se trata aquí de la españolidad o catalanidad de las corridas, sino de si es ético y aceptable hacer del sufrimiento y muerte de un animal un espectáculo. Llevar el debate a otros niveles puede dar más o menos crédito político pero es irresponsable y miope. Ni España, ni ninguna sociedad que se precie, puede defender con el sentido común por delante, un espectáculo como ese en el siglo XXI. Su desaparición es cuestión de tiempo, y creo que Catalunya (donde la afición por las corridas es muy minoritaria) ha demostrado modernidad prohibiendo esa práctica, por antigua y arraigada que esté.
Escribía con acierto hoy un amigo andaluz en mi Facebook que la prohibición llega como “resultado de un cambio generacional. El equilibrio se ha roto cuando la gente joven (que generalmente es menos favorable a las corridas de toros) ha superado a la gente mayor (que generalmente las defiende). Las razones nacionalistas –concluía— son, en este caso, secundarias”. No niego que haya motivaciones políticas tras el voto de los diputados (el toro es el animal por excelencia de la cultura española y las corridas, referente internacional de España), pero eso no deslegitima el debate sobre la ética de las corridas. Harina de otro costal es si esa votación en el Parlament debería haber incluido otras tradiciones como los «toros de fuego» y «toros ensogados», conocidos como «bous embolats» y «capllaçats» que –aún no matando al animal (diferencia importante)— se continúan practicando en algunas localidades del sur de Catalunya (veremos por cuánto tiempo).
>Hola Gustau,Es cierto que en estos días con este tema de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña he tenido sentimientos encontrados.El primero de ellos es lo que se escucha desde varios medios nacionales, tildando el asunto de independentista. No creo que sea así, pero si es cierto que políticos y voces independentistas han hecho lo suyo para intentar separar un poco más Cataluña con el resto de España.El segundo es no poder entender por qué por esta ILP (Iniciativa Legislativa Popular) se ha hecho esta prohibición y el Parlament no la ha extendido a las demas ferias de muchos pueblos catalanes, donde al animal no se le mata, pero quién sabe el sufrimiento por el que estará pasando el Toro. Y me imagino que los promotores de esta ILP también hubiesn querido ese acto de valentía por parte del Parlament.Otra tercera impresión es el "bombo" que se le ha dado a esto. Yo me siento español y lo digo con la cabeza bien alta; pero no me gusta, primero, que le llamen Fiesta Nacional, y segundo, que se torture hasta la muerte a un animal. Cierto es que sin las corridas, este tipo de toro, el toro de lidia, estaría en extinción, en el mejor de los casos. Pero lo suyo sería buscar una evolución hacia el toreo sin muerte, por ejemplo. Por ello estos sentimientos encontrados: no me gustan las corridas, pero tampoco me gusta que se prohiba, sino que algo de tan centenaria tradición, evolucione a un paso más atual o a su extinción por causa natural (la afición ya no es la que era, en cantidad de personas que asisten)No es santo de mi devoción el Sr. Vicepresidente de la Generalitat, pero El Mundo creo que no ha de caer en este tipo de periodismo a lo Telecinco.Enhorabuena por tu articulo, Gustau.Jose A. R.
>Buen tema gusinho…Que se prohiban los toros me parece todo un acierto. Igual que le parece un acierto al 60% de los espanyoles segun la encuesta que hacia el pais…Asi que no busquemos polemicas donde no las hay, aunque se empenyen 3 diputados retrasados mentales o un par de periodicos de pacotilla (este es el periodismo espanyol, senyores…).Por una vez el populacho espanyol coincide mayoritariamente con el catalan, asi que no seamos rebuscados y calentemos el debate gratuitamente. La prensa catalana y muchos catalanes tienen la mania en acojerse a los 3 comentarios del fascista de turno para justificar el debate catalanista. No hagamos lo mismo…El debate para mi deberia ser: ¿Si se llenara la Monumental y los toros movieran 500 millones de euros en Catalunya, se hubieran prohibido? Seguramente no. La realidad es que quien se ha cargado a los toros ha sido el mercado, no la politica, aunque los politicos se quieran poner medallas…Mohammed
>Recomano que escolteu l'entrevista del programa d'ahir de la "All things considered" de l'NPR. Em sembla que la corresponsal de Time fa un bon anàlisi.
>Buenos días:Me gusta la lidia. Sin embargo, ello no es óbice para que reconozca que ha de modernizarse. Considero anticuadas las prácticas de la suerte de varas y de la espada. Sinceramente, no me gustan. Del mismo modo son muchos los españoles, catalanes o no, con los que he hablado y coinciden conmigo: El toreo es bonito y lo que a la mayoría de gente le gusta es la lidia con el capote, y no la sangre y el daño al animal.Todo ello, lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué no insistir en una reforma del toreo, que no incluya la lanza y la espada en vez de pasar una prohibición?El toreo como el que he descrito se lleva a cabo en Portugal. Incluso en Las Vegas se han llevado a cabo espectáculos de lidia con banderillas que se enganchan al animal con velcro. En resumen, aquí ha habido un error de enfoque muy importante. Tanto por los defensores acérrimos de un toreo ya arcaico como de nacionalistas deseosos de eliminar ese vínculo con el resto de España. El toreo cuenta de una gran tradición en Cataluña con los primeros registros que datan del siglo XIV y son erróneas las voces que lo califican como algo foráneo y extraño a Cataluña. La justificación de la defensa del animal falla por varias razones. Si tal era la argumentación debería haberse prohibido en una sola ley cualquier práctica deportiva, artística o productiva que produjera tortura y ansiedad al animal. ¿Por qué alguien se ha olvidado de cómo se crían a los pollos o a las vacas para consumo humano? Es una vida de ansiedad y enfermedad. La exclusión del correbous resulta muy significativa porque no se entienden que prácticas en las que toros se queden ciegos queden fuera. Precisamente, la lectura final que se pueda hacer sobre esta prohibición dependerá en gran medida del resultado del último pleno del año durante el que está previsto aprobar una proposición de ley de regulación de los correbous en Cataluña. Si se prohíben aquellas prácticas que incluyen poner bolas de fuego en la cabeza del animal o arrastrar al animal con cuerdas atadas a los cuernos la acusación de que la prohibición no es más que un ataque nacionalista quedará desactivado en gran medida. ERC y CiU quedarán retratados con su votación.El sector torero debería aprovechar la ocasión para modernizarse. Aunque ahora puedan parecer impensable los cambios antes propuestos, sería muy difícil prohibir una lidia sin tortura (puesto que los toros tendrían un nivel de ansiedad similar a los encierros o correbous). Por que es posible que esto se extienda por el resto de España una vez pasada esta pasión inicial (también es erróneo equiparar el veto catalán al canario de 1991, dadas las diferentes tradiciones taurinas en las dos comunidades autónomas).La otra gran pregunta que se presenta es hasta qué punto puede y debe el gobierno regular la ética social y las actividades privadas. En ese sentido, resulta revelador un artículo de esta semana de "The Economist" titulado "The land of the ban. First the burqa, now the bullfight. What will Catalonia outlaw next?". ¿Por qué ese deseo de intervención tan grande cuando, según datos del Ministerio del Interior, de las 1.848 corridas que celebraron en toda España en 2009 sólo 20 fueron en Cataluña? Sencillamente no era necesario hacer tanto ruido y pasar una prohibición de una tradición menguante. Los parlamentarios catalanes deberían aprender a trabajar con los sectores afectados en vez de lanzarles una prohibición.Finalmente, tan erróneo es pensar que la prohibición obedece únicamente a motivaciones políticas como a deseos de proteger al animal porque en el enrarecido clima político actual español, dominado completamente por la agenda catalana, es muy difícil separar tales motivos.
>Sí, la prohibición era neceaaria. Debía quedar bien claro que nuestra sociedad ya no admite que la muerte y la tortura de un ser vivo, por muy "artísticas" que sean, puedan ser comercializadas como espectáculo. El proceso de prohibición ha sido democráticamente impecable. Una iniciativa popular avalada por más de 180.000 firmas, una comisión parlamentaria en la que ha declarado gente de todas las tendencias y condiciones, una votación a la "americana" en la que ningún diputado de CiU o del PSC se ha visto obligado a votar contra su conciencia. ¿Quién da más democracia en España? Hoy somos un poco mejores, menos salvajes que antes, pero lo mejor del caso es que muy pronto será un pooc mejor España entera, porque, nadie lo dude, el abolicionismo seguirá ganando adeptos en todas partes.El camino está marcado y por fortuna la humanidad va superando inexorablemente estadios de crueldad e injusticia que hasta que no llegó alguien a prohibirlos, estaban cómodamente instalados en la -laxa- conciencia de determinada gente.Todo llegará a su tiempo, pero yo, de momento, me siento un poco más persona y más orgulloso de ser catalán.
>Para mi la ley dichosa es otro ejemplo de>- lo lamentable que puede llegar a ser la politica espanyola, que se basa unicamente en obtener y asegurar votos, cueste lo que cueste.- lo poco exigente que es el ciudadano medio espanyol con sus politicos, a los cuales les permite todo (corrupcion a sus anchas, inconsistencia constante, inaptitud absoluta… etc).Una politica inteligente hubiera prohibido muchas mas cosas con una ley generica, no especifica para los toros… A mi prohibir SOLO los toros me parece una chapuza como nuestra plaza de toros de grande (Monumental)Muchos paises tienen este tipo de leyes, asi que simplemente habia que hacer un copy-paste (hasta nuestros politicos deberian ser capaces)Por ejemplo, muchos estados americanos prohiben alimentos que se obtienen de la tortura a los animales, como el foie… o espectaculos donde el animal sufre psiquicamente o fisicamente (los toros)… Ta dificil es pensar un poco!!!!mohammed
>Muchas gracias Gustau!Aunque no comulgo de ninguna manera con su contenido… Gracias a políticas populistas como ésta están consiguiendo que vivir aquí sea el deporte más aburrido del mundo!