Nos vamos a olvidar de Haití

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Washington, DC.- Haití ha retrocedido 100 años tras el terremoto. A la miseria del país, acuciada por el desgobierno, las guerras y la corrupción, se le suma ahora la destrucción de un calamitoso seísmo que ha llegado a millones de “conciencias”—en palabras de Pew Research Center—como ningún otro en mucho tiempo. Horas después del desastre, centenares de periodistas de todo el mundo empezaron a llegar a la isla. Las empresas periodísticas—por interés informativo, por ganar audiencia o por los dos motivos—se desplegaron como en pocos hechos noticiables de los últimos tiempos. Horas de radio y televisión, y páginas de papel o electrónicas centraron su atención en esa parte tan maltratada de La Española que es Haití. La fuerza de los relatos y las imágenes conmovieron al mundo y propiciaron un esfuerzo de solidaridad extraordinario compuesto de pequeñas aportaciones individuales que, en cierta manera, forzaron también a los gobiernos a realizar esfuerzos suplementarios para aliviar tanto dolor.

La cadena de acontecimientos ha sido admirable. La tecnología y las modernas comunicaciones han contribuido decisivamente a despertar conciencias y movilizar recursos para el pueblo haitiano. Las imágenes—fuertes en algunos casos—han sido decisivas para que miles de ciudadanos y centenares de gobiernos aportaran ayuda. Esa movilización no hubiera sido tan rápida sin el papel de los medios. Pero vivimos en un mundo que va deprisa, demasiado. Las cosas que hoy pasan, mañana ya no cuentan porque hay otras que nos ocupan y llaman nuestra atención. Tras unas primeras semanas de desembarco en Haití, las empresas informativas empiezan ya a replegarse porque el drama ya no cautiva nuestra atención como lo hizo en los primeros momentos del desastre.

Una cierta insensibilización es comprensible, porque lo anormal del desastre se ha convertido en los últimos días, en habitual (que no normal), y nos desmotiva o no nos llama como en los últimos días de enero. El vice-presidente de CBS News, Paul Friedman, lo dijo esta semana bien claro: estamos “retirando a nuestra gente tan rápido como podemos porque la noticia no es tan central como lo fue, y porque nos preocupa todo el dinero que nos estamos gastando”.

Haití puede volver a caer en el olvido. En pocos meses en la isla sólo quedarán algunos periodistas que continuarán luchando para que las historias del drama que condena a esa sociedad tengan más cobertura que las de un breve.

Sí, lo sé: soy pesimista. ¿Quién se acuerda hoy de los damnificados por el Tsunami que arrasó la costa de Tailandia en diciembre del 2004?

Foto: CNN

17 comentarios en “Nos vamos a olvidar de Haití

  1. >El periodismo del titular y la fanfarria,no?Cierto es que eso de escuchar que los medios se repliegan porque es caro es muy duro. Es como decir "ya no es carnaza suficiente", vamos a por otra cosa…Pero en el fondo, creo que está bien. Ha pasado algo, se ha generado esa alerta de noticias. Este mundo que gira tan rápido ha exigido a los medio ponerse de la noche a la mañana en el lugar. La misma ola de preocupación, por repentina e intensa, ha creado una respuesta humanitaría increible. ¿Ha sido ésta producto del "esfuerzo" mediático? Posiblemente.El tema es que se ha recaudado dinero. Lo que hay que hacer ahora es reconstruir un país, un proceso costoso, lento y muy difícil; pero no hace titulares tan buenos.Lo que queda ahora es que esa fuerza multilateral se ponga a trabajar. Y para eso no hacen falta fotógrafos. Tal y como dice este artículo, hace falta dejar que los organismos internacionales hagan su trabajo. ( http://brunosan.blogspot.com/2010/01/que-sera-de-haiti-cuando-se-vayan-los.html )Buen artículo, Gustau.

  2. >amic,los medios de comunicacion son entidades generalmente privadas con un cliente: las personas como nosotros.Desgraciadamente, es el cliente y no el medio de comunicacion quien se olvida de haiti. el medio de comunicacion se limita a seguir a su cliente.el articulo me parece una buena reflexion, pero creo que es mas aplicable a las personas que habitan los paises desarrollados (donde los medios privados acostumbran a estar) que no a los medios de comunicacion.Lo mas preocupante es lo rapido que llega CNN (por decir uno) a haiti y lo lentos que son los gobiernos e instituciones… eso si merece un articulo… Y eso si merece una reflexion pues generalmente sobrevaloramos a los gobiernos (pelis como 2012, que si lo saben todo, que la teoria de la conspiracion, que los marcianos, que nos vigilan… bla bla bla)… y la realidad es que los que hay detras muchas veces son suficientemente catetos para no tener planes de emergencia efectivos en el S. XXI (solo por poner un ejemplo)mohammed

  3. >me llama la atención que sólo se recuerdan las desgracias anteriores cuando sucede otra nueva. en la próxima, que esperemos que sea lo más tarde posible, saldrán personas escribiendo artículos similares preguntando quién se acuerda de los damnificados de haití. pero no será antes ni nos lo irán recordando cada poco, si no que los publicarán al poco de haber ocurrido el nuevo desastre.

  4. >Los que maldicen la raza humana por el olvido de Haiti ¿recuerdan las masacres de Sierra Leona, por ejemplo? Si no recordamos todas las desgracias humanas ¿nos hace malas personas?

  5. >Como nos olvidamos de Indonesia, de Pakistan, y esos paises que tuvieron esa gran inundación de agua, como nos olvidamos de Africa, como nos terminamos olvidando hasta las cosas que suceden en nuestros propios paises.

  6. >El que em sorpren mes a sigut l´expulsió dels periodistes, per el comandament america, del voltant de l´areoport.¿Perqué? ¿L´informació que facilitaven era torta i molt malintencionade? ¡Eh, que aixó no es Vietnam! ¡Que no es una ocupació, sino mes be una forsa militar en missio d´ajuda humanitaria,"nens"! Aquets informadors-jutjes del progres!!!

  7. >Desde el cariño y el respeto, tú tampoco habías echado una sola línea por Haití antes del terremoto. ¿Cómo arreglamos eso?

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